Decir adiós no es fácil... Se nos forma un nudo en la garganta, se siente que las lágrimas están a punto de brotar y una sensación muy rara nos nubla el pensamiento. Si el que se va no vuelve ¿Qué nos queda?¿Por qué no aprovechamos esos tiempos de amistad?…Y esas diferencias de opinión.. ¿Pudieron evitarse? Seguro que sí. :/
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